Este sábado 2 de agosto de 2025, a las 11:59 (hora local), el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX) alertó a las ciudades de Puebla, Chilpancingo y Oaxaca con segundos de oportunidad antes de la llegada de las ondas sísmicas de mayor energía, durante el terremoto de magnitud 5.9, a 13 km al este de Tlacolula, Oaxaca; con una profundidad de 74.1 km (Servicio Sismológico Nacional (SSN), UNAM).
Cabe señalar, que la alerta sísmica alertó a estas ciudades con el uso del algoritmo más rápido del mundo y utilizando inteligencia artificial a través de machine learning, para reconocer y estimar la magnitud del sismo.
SASMEX registró el sismo en 42 de sus 96 estaciones sensoras. Alertó a las ciudades a Puebla, Chilpancingo y Oaxaca; a través de los canales de TV, estaciones de radio, altavoces y radio receptores conectados al sistema.
En regiones volcánicas como México, es común escuchar que “cuando un volcán se activa, provoca temblores”. Esta creencia popular ha pasado de generación en generación, especialmente en comunidades cercanas a colosos como el Popocatépetl. Sin embargo, aunque tiene un pequeño fundamento, la relación entre volcanes y sismos es mucho más compleja y, en la mayoría de los casos, el mito es exagerado o malinterpretado.
Este mito se basa en una observación real: cuando un volcán está activo, suele haber pequeños sismos a su alrededor. Estos movimientos, conocidos como sismos volcánicos, se producen por el ascenso del magma, que fractura las rocas internas del volcán mientras intenta salir a la superficie.
En zonas como el Eje Neovolcánico de México, es común que los habitantes asocien cualquier sismo con la actividad del Popocatépetl, por ejemplo. Sin embargo, esto no significa que los volcanes “provoquen” los grandes sismos que sacuden al país.
Existen dos tipos principales de sismos:
Sismos volcánicos: Son de baja magnitud (generalmente menores a 4.0) y están localizados en las inmediaciones de un volcán activo. Son causados por el movimiento del magma o gases dentro del sistema volcánico.
Sismos tectónicos: Son los más comunes y potentes. Ocurren por el movimiento de las placas tectónicas en zonas de subducción o fallas geológicas. En México, los más fuertes suelen originarse en la costa del Pacífico, lejos de zonas volcánicas.
Los grandes terremotos no tienen relación directa con volcanes, sino con el choque de placas como la de Cocos y la de Norteamérica. Un volcán activo como el Popocatépetl puede causar sismos locales, pero no va a desencadenar un terremoto de magnitud 7 o más. En cambio, la actividad sísmica fuerte proviene de zonas tectónicas bien identificadas, como las costas de Guerrero, Oaxaca o Michoacán.
El monitoreo volcánico y sísmico en México lo realiza el CENAPRED (Centro Nacional de Prevención de Desastres) y el Servicio Sismológico Nacional (SSN), quienes publican informes frecuentes y confiables para la población.
Ante esta desinformación ¿qué podríamos hacer?:
Informarnos sobre la diferencia entre sismos y erupciones.
Seguir las recomendaciones de Protección Civil.
No difundir rumores ni mensajes alarmistas en redes sociales.
El Servicio Sismológico Nacional SSN es un referente nacional e internacional del registro sísmico en México.
Aquí te damos información de esta institución con más de 110 años de historia.
El antecedente del SSN remonta al primero de abril de 1904, cuando se reunieron en Francia, dieciocho países, entre ellos México, con el fin de crear la Asociación Sismológica Internacional y mejorar la instrumentación sísmica a nivel mundial. Para cumplir con los compromisos adquiridos en esa reunión, el gobierno mexicano inició la instalación de una red sismológica en el territorio nacional. El 5 de septiembre de 1910 se inauguró la primera estación sismológica de la red, en Tacubaya. La red sismológica quedó a cargo del Instituto Geológico Nacional dependiente de la Secretaría de Minería y Fomento.
Primera Estación Sismológica Central de Tacubaya en México, actual museo de Geofísica.
El origen del Servicio Sismológico Nacional SSN, se remonta a la creación de la Asociación Sismológica Internacional el primero de abril de 1904 en Francia, cuyo propósito fue mejorar la instrumentación sísmica a nivel mundial. Con este antecedente, el gobierno mexicano decretó la fundación del Servicio Sismológico Nacional (SSN) el 5 de septiembre de 1910 a través de la instalación de una red sismológica en Tacubaya. Esta red quedó a cargo del Instituto Geológico Nacional. En 1929 el Instituto Geológico pasó a ser parte de la Universidad Nacional Autónoma de México UNAM, junto con el SSN y desde 1948 quedó adscrito al Instituto de Geofísica de la UNAM.
El SSN mantiene una red de monitoreo sísmico, que opera con altos estándares de calidad y de manera continua. Proporciona datos a las autoridades correspondientes para iniciar protocolos de protección civil a la vez que informa sobre la localización y magnitud de un sismo. La información que genera es difundida a la comunidad científica mundial, a las autoridades y a la población en México.
El SSN es un referente mundial en el registro de la actividad sísmica. Se ha mantenido a la vanguardia ampliando sus redes sismológicas y evolucionando a la par en la tecnología utilizada en el monitoreo sísmico, lo que le ha dado prestigio mundial.
El Centro de Instrumentación y Registro Sísmico A.C. felicita al Servicio Sismológico Nacional (SSN) por haber sido galardonado con el Premio Nacional de Protección Civil 2020, reconocimiento a su valiosa contribución en el registro y difusión de información sismológica de México en beneficio de la sociedad, la investigación y la comunidad científica.
La misión del Servicio Sismológico Nacional es registrar, almacenar y distribuir datos del movimiento del terreno para informar sobre la sismicidad del país a las autoridades y a la población en general, promover el intercambio de datos y cooperar con otras instituciones de monitoreo e investigación a nivel nacional e internacional.
De acuerdo al Servicio Sismológico Nacional (SSN): «Hasta hoy, no existe una técnica que permita predecir los sismos. Ni los países como Estados Unidos y Japón cuya tecnología es muy avanzada, han sido capaces de desarrollar una técnica predictiva de temblores. Dado que vivimos en un país con gran actividad sísmica la única certeza que tenemos es que tiembla constantemente y que debemos estar preparados. Ante cualquier evento sísmico lo único que nos puede ayudar es la prevención».
Expertos de la UNAM subrayaron que los temblores no son predecibles, por lo que pidieron no hacer caso a los mensajes alarmistas y apócrifos que circulan en las redes sociales y que advierten de un gran movimiento telúrico. “Todos debemos estar conscientes de que habitamos en una zona altamente sísmica”.
Los especialistas del Instituto de Ingeniería; del Servicio Sismológico Nacional (SSN) y del Servicio Mareográfico Nacional, ambos a cargo del Instituto de Geofísica, informaron que el epicentro del temblor del jueves se registró cerca de Pijijiapan, Chiapas, con una intensidad de 8.2.
En conferencia de prensa –a la que asistió Luis Álvarez Icaza, director del Instituto de Ingeniería– Xyoli Pérez Campos, jefa del Servicio Sismológico Nacional, explicó que hasta las 10:15 horas del viernes pasado ocurrieron 266 réplicas; la más intensa, a las 00:17 horas, de 6.1; y 13 más, mayores a 5.