En México, el mes de septiembre está inevitablemente asociado a los sismos, y curiosamente el sismo más grande en lo que va del siglo aconteció en ese mes: el jueves 7 de septiembre de 2017 cerca de la media noche. Ocurrió en el Golfo de Tehuantepec, a 133 kilómetros al suroeste del municipio de Pijijiapan en el estado de Chiapas.
Tuvo una magnitud de 8.2, fue más intenso que el de 1985, pero no causó tantos daños en la CDMX, sin embargo en zonas aledañas de Oaxaca y Chiapas cercanas al epicentro hubo grandes daños y damnificados. Otro estado afectado fue Tabasco.
Tuvo muchas réplicas distribuidas en todo el Golfo de Tehuantepec. Dos días después del sismo, se habían registrado 482 y quince días después, 4326 réplicas. La magnitud más grande de ellas fue de 6.1.
Los sismos no se pueden predecir, pero sí se pueden prevenir.
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