Al impartir una plática durante el Tercer simposio de Ingeniería Sísmica 2016, realizado en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Juan Manuel Espinosa Aranda, director general del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires), subrayó que: “La misión del Centro es medir los efectos de los temblores y compartir esos datos, para que se apliquen a las normas de construcción, a fin de que resistan los efectos de los terremotos”.
Indicó que el organismo tiene como misión medir los efectos de los temblores y compartir la información, para ser tomados en cuenta en edificaciones con el fin de que resistan esos fenómenos.
Espinosa Aranda, dijo que en la actualidad se debe aprender y edificar obras más resistentes: “el reto es reducir la vulnerabilidad, puesto que el peligro no se puede gobernar, pero el riesgo sí”, dijo.
Expresó que en México, por su condición geográfica y geológica con una discontinuidad en la corteza, siempre hay sismos, y esta situación es latente. Asimismo puntualizó que la misión es registrar los temblores y estos datos son valiosos para los que diseñen obras resistentes y superen lo que plantee un peligro”.
Enfatizó además que la Ciudad de México es un reto al ser una región que cuenta con una marcada diversidad y condiciones de suelo, situación que se confirmó en 1985.
Finalmente subrayó que se debe contar con todo el conocimiento sobre las condiciones del lugar donde se pretende construir, y hacerlo en forma segura para evitar la vulnerabilidad ante un efecto natural.