El sonido de la #AlertaSísmica

La alerta sísmica ronda por la cabeza de todos. Nuestras vidas ahora tienen integrado ese sonido tan temido, luego de atestiguar lo que nos dejaron los fuertes sismos en Guerrero, Oaxaca, Puebla, Chiapas y  la Ciudad de México,  el pasado mes de septiembre. Sin embargo, su función es vital para una ciudad como la nuestra, en donde la alerta sísmica se genera por una señal de radio que llega a escuelas, edificios de gobierno, unidades habitacionales y altavoces de las cámaras de videovigilancia,  en un promedio de 50 a 60 segundos antes de que se sienta el temblor de gran magnitud, proveniente de una zona del  litoral Pacífico de nuestro país.

Es conveniente también aclarar que no es lo mismo alerta que alarma, porque mientras que la alerta es la señal de los radioreceptores del Sistema de Alerta Sísmica y sirve para que tengas esos segundos que servirán para resguardarte o evacuar a una zona de menor riesgo,  la alarma es un aviso implementado por alguien (por ejemplo con silbatos)  cuando el sismo ya es perceptible.

De cómo se halló el sonido que puede salvar vidas

La alerta sísmica que ahora nos pone a temblar cuando la escuchamos a través de los 8 mil 200 altavoces que tiene el sistema C5 (Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto)  surgió en 1993, cuando, de ser un proyecto experimental pasa a ser un servicio público.

Pero antes tuvo un previo recorrido para llegar a ese sonido característico.

El Director del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (CIRES), Ingeniero Juan Manuel Espinosa cuenta que luego del sismo del 85, se comenzaron a realizar los primeros simulacros en varias escuelas de nivel básico, con  pruebas piloto. En ese entonces se usaron sirenas parecidas a las que usan patrullas y ambulancias. Los niños cumplían con las prácticas de protección civil, pero cuando por casualidad pasaba una ambulancia, tanto niños como maestros comenzaban a salir creyendo que un temblor ocurriría.

Por ello autoridades del entonces Departamento del Distrito Federal, personal de Cires e  ingenieros de audio de la Asociación de Radiodifusores del Valle de México, se reunieron y lograron sintetizar  un sonido de sirena particular de tono grave y  de gran alcance, con la voz de un locutor que avisaba: “alerta sísmica”, que ahora nos resulta tan “familiar”.

Error y ensayo

El ingeniero Espinosa recuerda que la actual alerta ha tenido un camino  no ausente de complicaciones y correcciones. Fue por noviembre de 1992 cuando estaban probando la alerta sísmica en las oficinas de la Secretaría de Gobierno del DDF, cuando se escuchó la alerta y todos en la oficina esperaban el sismo. “Fue un momento intenso, de conmoción”, dice. Pero no tembló.

Luego se enterarían que en una de las estaciones ubicada en Coyuca de Benítez se dañó el panel solar y empezó a hacer operaciones erróneas por falta de energía, activando la alerta. Por eso escucharon el sonido advirtiendo en falso. Ante esa situación, se aplazó la presentación pública del sistema.

Pero no todo fueron errores e imprevistos, tal como ocurrió el 14 de septiembre de 1995, cinco días antes del décimo aniversario del temblor: a las 8:04 de la mañana  sonó la alerta sísmica y todos pensaron que era el simulacro. Fue un temblor de magnitud 7.3. Por ello, dice el director de CIRES,  es importante que se tome muy en serio el servicio que da el alertamiento sísmico y no confiarse.

Lo ideal, concluye el experto, sería contar con un Sistema Nacional de Alertas, no sólo para prevenir señales de emergencia ante sismos sino también para advertir de otros fenómenos naturales,  establecer contacto con otras instituciones como la Conagua y Marina, que puedan servir para dar la posibilidad a los pobladores de escuchar la alerta, finaliza Espinosa.

El sábado 12 de septiembre de 2015, fue probada por primera vez la alerta sísmica en los altavoces de la Ciudad de México, que tienen un alcance de 200 metros a su alrededor y se encuentran colocados en las 16 delegaciones. Se activó al siguiente 19 de septiembre para conmemorar los 30 años del sismo.

Las secuelas de los sismos en nuestras vidas

Por su parte, Francisco Martínez,  Jefe del Programa Atención Psicológica a Distancia  UNAM, considera que la alerta es una medida de precaución necesaria, que cumple su función. Aunque los efectos naturales en la gente después del temblor ante el sonido de la alerta sísmica, son de rechazo y miedo. “Todo mundo está más preocupado esperando el momento en que suene la alerta,  lo cual es  razonable y lógico. Hay gente que no puede escuchar música porque están atentos a distinguir la alerta. Hay gente que no puede dormir porque está esperando que no se escuche el sonido. Dependerá mucho de la historia de vida de cada persona el tiempo en que recuperen su equilibrio emocional”.

El sonido oficial de la alerta sísmica es de uso restringido

Ante la posibilidad de que alguien hiciera mal uso del sonido, está advertido. La alerta sísmica solo puede ser utilizada por quienes están autorizados de manera oficial. El 2 de marzo de 2017 se estableció que el: “uso indebido y no autorizado que ponga en riesgo a las personas podrá ser sancionado de acuerdo a las leyes vigentes en materia de seguridad y protección civil que correspondan”. Por lo tanto, podrán ser multados quienes pretendan hacer mal uso de este servicio; Las infracciones serán con multa por el equivalente de 21 a 30 veces la Unidad de Cuenta de la Ciudad de México vigente o con arresto de 25 a 36 horas”.

Un sonido estremecedor: La alerta sísmica

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