Los aisladores sísmicos son dispositivos hechos de caucho natural para disipar o amortiguar el movimiento de la estructura en caso de un sismo, tienen un centro de plomo que absorbe el calor generado por la fricción del movimiento telúrico.
El edificio se mueve a un ritmo diferente que el suelo y de esa forma no se daña o se afecta muy poco, pues se reduce hasta un 80 % la energía sísmica.
Los aisladores sísmicos se colocan en las bases de un edificio en construcción. Su función es reducir al máximo el movimiento de la estructura durante un terremoto.
Una de las mejores tecnologías de protección sísmica. En el sureste estamos trabajando para difundir este tipo de soluciones. El viernes 22 del presente, tuvimos una mesa de trabajo con Protección Civil de Chiapas.
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