El gobierno de Nicaragua declaró ayer el estado de emergencia nacional tras registrarse un terremoto de magnitud 7,2 en la escala de Richter en el Pacífico, mientras por la región Caribe avanzaba el huracán Otto de categoría dos en la escala Saffir-Simpson.
La combinación de estos dos fenómenos activó todos los planes de contingencia del país previsto para estos casos y, ensayados en múltiples ejercicios multiamenazas dirigidos a preparar la capacidad de respuesta de la población ante situaciones como la actual.
El movimiento telúrico tuvo lugar frente a las costas de Nicaragua, a 167 kilómetros al sur de la playa Jiquilillo y a una profundidad de 10 kilómetros, según reportes preliminares.
En tanto, el ciclón tocó en la tarde de ayer tierra en la costa Caribe del país con vientos sostenidos de 175 kilómetros por hora.