Investigadores de la Universidad de Granada han desarrollado nuevos dispositivos antisísmicos, de bajo coste, adaptados a la sismicidad y a las prácticas constructivas de España y denominados “disipadores de energía de tipo histerético”, para la protección de edificaciones frente a terremotos.
Con el uso de avanzados métodos de cálculo sísmico y la tecnología de los disipadores de energía se han proyectado estructuras resistentes a los terremotos en las que los daños provocados por un movimiento severo se concentran en los referidos disipadores mientras que la estructura principal, vigas o pilares, se mantiene “elástica”, sin daños.