15 de mayo de 2015
Peligro latente en la Brecha Sísmica de Guerrero
En la Brecha de Guerrero podrían ocurrir uno o dos terremotos de magnitud 8 o bien dos a cuatro eventos de magnitud 7.8, por lo que la población debe de estar informada y preparada, sostiene investigador.
Los últimos sismos, en los límites de la brecha
El sismo del pasado 18 de abril, que alcanzó la magnitud 7.2 “empezó a romper desde Papanoa y se propagó hacia el oeste hasta Barra de Potosí, abarcando un área más pequeña que el sismo de Petatlán de 1979 con magnitud 7.6” que destruyó la Universidad Iberoamericana, dijo en entrevista con Excélsior el doctor Víctor Manuel Cruz Atienza, jefe del Departamento de Sismología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y autor del reciente libro Los Sismos. Una Amenaza Cotidiana, editado por La Caja de Cerillos Ediciones.
En tanto, el sismo del 8 de mayo (M6.4) “ocurrió al este de Papanoa dentro de la brecha, mientras que el ocurrido el 10 de mayo fue en la misma zona de ruptura que el del 8 de mayo (M6.1)”, dijo el investigador. El fenómeno se conoce como “doblete” en términos sismológicos
“Sismos silenciosos” cada cuatro años
En esa zona de Guerrero, según Cruz Atienza, hace unos 10 años se descubrió que, aproximadamente cada 4 años, ocurren “sismos silenciosos”, que son deformaciones de la corteza que no emite ondas, pero que si son registrados por dispositivos de geoposicionamiento global (GPS, por sus siglas en inglés).
El sismo de abril pasado y los dos de mayo “ocurren semanas después del inicio del sismo silencioso de este año”, según el investigador, por lo que los científicos creen que “probablemente exista una relación causal” entre ellos.
Desde el pasado 18 de abril, expertos del departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM han instalado tres estaciones en la zona del sismo ocurrido en abril y seis más a lo largo de la brecha para poder localizar las réplicas y poder registrar “una eventual ruptura más importante que pudiera ocurrir en las próximas semanas o meses”, según Cruz Atienza.
Llaman a estar informados y preparados
Para el también profesor del Instituto de Geofísica de la UNAM, los datos que indican la posibilidad de ocurrencia de un sismo de proporciones mayores no deben de ocultarse, y en cambio, debe de informarse a la población vulnerable.
«No se puede ocultar nada que se haya determinado bajo el rigor del método científico”, sostiene el investigador.
La población del Valle de México debe saber que una ruptura de magnitud 8 en la Brecha de Guerrero “sería más cercana a la ciudad” que la ocurrida en 1985, por lo que se estima que, “en ciertos rangos de frecuencia, la amplitud del movimiento del suelo podría ser de dos a tres veces más grandes” que durante el sismo catastrófico ocurrido en Michoacán.
«Es una realidad, no hay que ocultarlo”, insistió. “La gente cobrará conciencia y actuará entonces en consecuencia”, agregó.
Para ver la nota completa visita: http://www.excelsior.com.mx/nacional/2014/05/14/959162