La tierra no ha dejado de moverse bajo el sur de California desde el jueves 4 de julio, cuando un sismo de magnitud 6,4 sacudió Ridgecrest y sus alrededores.
El sismo fue seguido por más de 1.400 réplicas, según los científicos. El viernes 5 por la noche, un sismo aún más fuerte, de magnitud 7,1, sacudió la región. Ocurrió a 11 millas (17 kilómetros) al noreste de Ridgecrest, según el Servicio Geológico de EE. UU.
Se declaró el estado de emergencia en Ridgecrest y en el condado de San Bernardino y los sismólogos esperan más réplicas.
Fugas de gas causaron incendios en la infraestructura de Ridgecrest, los residentes informaron sobre interrupciones del suministro de agua, y la electricidad y las comunicaciones se interrumpieron en algunas áreas, dijo Mark Ghilarducci, director de la Oficina de Manejo de Emergencias del Gobierno de California. Se reportaron varios lesionados.
Según el sitio web del Servicio Geológico de Estados Unidos, en la zona sur del estado se ha registrado, en promedio, una réplica por minuto desde el sismo del viernes.
La sismóloga Lucy Jones, de CalTech, dijo en una conferencia de prensa el viernes que tanto el sismo del jueves como el de viernes eran parte de un “sistema muy enérgico” en curso.
Las autoridades no descartan la posibilidad de más sismos. Jones dijo hoy sábado 6 que hay un 10% de probabilidad de que Searles Valley registre un sismo de magnitud 7,0.