A través de los Atlas de Riesgos, se puede conocer a qué amenazas o riesgos latentes (geológicos, hidrológicos, químicos, volcánicos, sísmicos, entre otros) puede estar expuesta la población en sus comunidades. Es básicamente una herramienta para informar y poder tomar decisiones sobre planeación y desarrollo de asentamientos humanos.
El gobierno de México señala que: El Atlas Nacional de Riesgos, tiene tres enfoques principales: “Informativo, ya que es una herramienta de fácil comprensión sobre los peligros y riesgos a los que está expuesta la población, generando un esquema básico de entendimiento global. Formativo: impulsar la cultura de seguridad de la población que permite su involucramiento corresponsable en la toma de actitudes de prevención y actuación comprometida como primera afectada. Normativo: ser un instrumento de planeación estratégica para lograr el mejor desarrollo integral del Estado, municipio o comunidad, estableciendo acciones legales que permitan la mitigación de los peligros, riesgos y siniestros”.
Para el caso del aprovechamiento y contribución a la sociedad del Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX), la información del Atlas Nacional de Riesgos y el registro de sismos en nuestro país, han mejorado el conocimiento de la zona de peligro sísmico en la costa del Pacífico mexicano, por lo que para su mitigación, el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico, institución que tiene a cargo la operación, innovación y conservación de este sistema, se ha dado a la tarea, desde hace más de 30 años, de instrumentar con casi 100 sensores esa zona, para alertar sobre sismos que ocurren en el área de subducción de la Placa de Cocos y Placa de Norteamérica, en los estados de Jalisco, Colima, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Puebla. El SASMEX envía su aviso de alerta para los sismos fuertes que se generen ahí y que pudieran afectar a la población de Ciudad de México, Colima, Puebla, Acapulco, Chilpancingo, Morelia, Oaxaca, Toluca y Cuernavaca. Avisos que benefician a más de 30 millones de personas en zonas de riesgo sísmico.
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