El inventor y astrónomo Zhang Heng en el año de 132 d.C, diseñó un dispositivo capaz de detectar los terremotos a kilómetros de distancia, llamado históricamente como un “sismoscopio” (Houfeng Didong Yi) que significa “instrumento para medir los vientos estacionales y los movimientos de la Tierra”.
Este instrumento era un tipo de urna de bronce con 8 dragones mirando hacia abajo y 8 sapos con la boca abierta mirando hacia arriba, en el interior de la urna, actualmente se ve que había un péndulo que cada que habría un movimiento telúrico, este se balanceaba y así uno de los dragones arrojaba una pelota de bronce hacia la boca de un sapo, esto para indicar el lugar proveniente del epicentro del temblor.
El dragón es un símbolo totémico de la nación China y el sapo juega un papel crucial para el perfecto equilibrio con la naturaleza.
Cada uno de los sapos representaba una dirección y con solo mirar donde caía la bola, sabían dónde se necesitaría la ayuda.
El invento original no se conserva, y a pesar de existir numerosas reproducciones, la mayoría de ellas son simplemente ornamentales, de hecho, fue en 2005 cuando se consiguió una reconstrucción funcional para ello hizo falta un equipo multidisciplinar de siete personas, formado por sismólogos, arqueólogos e ingenieros chinos.
Este instrumento proporcionaba una evidencia visible de la ocurrencia de un evento sísmico, pero solamente indicaba la dirección aproximada en la que se había originado el terremoto; si bien detectaban los terremotos y su procedencia, no eran capaces de realizar un registro continuo de la onda sísmica en sí.
Fuente:
https://es.sott.net/article/22251-El-primer-sismografo-de-la-Historia-fue-chino
https://espanol.cri.cn/culture/others/3177/20141031/332667.html
Instituto Confucio de la Universidad de El Salvador
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