Nuevamente seguimos explorando los sismos intensos, pero en esta ocasión nos referimos a los que han sucedido en el mundo.
Japón al igual que México es uno de los países con más sismicidad en el mundo, porque están situados en el Cinturón de Fuego del Pacífico, esto ocasiona que el país sea más propenso a tener actividad sísmica fuerte y muy común.
El 11 de marzo de 2011, Japón vivió uno de los terremotos más fuertes de su historia. Fue un sismo de magnitud 9.0, el epicentro del terremoto fue en el mar, frente a la costa de Honshu, a 130 km al este de Sendai, en la capital del distrito de Miyagi, Japón, a una profundidad de 29.9 km. Este gran temblor provocó un tsunami enorme, con olas que llegaron a medir hasta 40 metros. La tragedia dejó alrededor de 15,839 personas fallecidas, muchas casas destruidas y una emergencia nuclear en la planta de Fukushima.
Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el terremoto de 2011 ocurrió por una falla de empuje en la zona de subducción entre las placas del Pacífico y Norteamérica. Esta región es muy activa sísmicamente y tiene potencial para provocar tsunamis.
Pero algo importante pasó antes de que el sismo se sintiera con fuerza: el sistema de alerta sísmica de Japón avisó a la gente segundos antes de que llegara el temblor. Esos segundos ayudaron a salvar muchas vidas.
Un sistema de alerta sísmica no predice los temblores, pero sí detecta las primeras ondas que salen del epicentro (las ondas P), que viajan más rápido que las destructivas (ondas S). Cuando detecta estas ondas, manda una alerta para que las personas puedan protegerse antes de que llegue el movimiento fuerte.
La alerta sísmica temprana de Japón es un avanzado sistema diseñado para detectar terremotos segundos antes de que las ondas sísmicas más fuertes lleguen a la superficie. Utiliza una red de sismómetros distribuidos por todo el país que envían datos en tiempo real a la Agencia Meteorológica de Japón. Al identificar un sismo, el sistema emite alertas por televisión, radio, teléfonos móviles y altavoces públicos, permitiendo que la población tome medidas de protección inmediatas. Esta tecnología ha salvado vidas al reducir el riesgo de lesiones y facilitar respuestas rápidas ante desastres.
México también es un país con muchos sismos, sobre todo en estados de la república de la costa del Pacífico a la Ciudad de México por su tipo de suelo. Por eso, desde hace más de 30 años, existe el Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (SASMEX).
El terremoto de Japón nos enseñó que estar preparados es fundamental para salvar vidas.
Hoy en día, cuando suena la alerta sísmica en México, aunque solo tengamos unos segundos, ese tiempo puede ser la diferencia entre un susto y una tragedia. Por eso es tan importante hacer caso a la alerta, participar en simulacros y saber qué hacer cuando tiembla.
Fuentes:
blogcires.mx 