El crecimiento urbano en la Ciudad de México en los últimos cinco años se refiere a la expansión y transformación de la ciudad debido al aumento de población, la construcción de viviendas, oficinas y centros comerciales, y el desarrollo de infraestructura como carreteras y transporte público. Este crecimiento ha sido diferente: algunas zonas han visto un auge en edificios modernos y desarrollos inmobiliarios, mientras que otras enfrentan problemas como falta de servicios, tráfico y contaminación.
En la Ciudad de México, este problema se debe a varias razones:
- Migración: Muchas personas se mudan de otros estados a la ciudad buscando trabajo y una mejor vida.
- Crecimiento económico: Más industrias y servicios crean empleos y atraen a más gente.
- Mejoras en infraestructura: El transporte y otros servicios facilitan la expansión de la ciudad.
El crecimiento urbano en la Ciudad de México ha sido constante y acelerado en los últimos años, transformando la infraestructura, concentrando algunas zonas y expandiendo la mancha urbana hacia municipios aledaños. Este fenómeno no solo impacta la movilidad, los servicios públicos y la calidad de vida, sino también aspectos fundamentales para la seguridad sísmica de la ciudad, como la Red Acelerográfica de la Ciudad de México (RACM), un sistema clave para el monitoreo de movimientos telúricos.
La RACM, que lleva más de 35 años operando, ha tenido que adaptarse a los cambios en el entorno urbano para garantizar una mejor detección y análisis de sismos. Uno de los principales desafíos es que muchas estaciones están ubicadas en zonas que han cambiado drásticamente debido a nuevas construcciones, modificaciones en el suelo o incluso ampliaciones de infraestructura, como el caso de algunas escuelas que han crecido y han obligado a reubicar estaciones.
El problema no es solo la expansión física de la ciudad, sino también el “ruido” urbano que generan las nuevas construcciones, el tráfico y la actividad humana. Este ruido puede afectar la precisión de las mediciones, lo que ha llevado a la necesidad de mover algunas estaciones a ubicaciones cercanas pero menos afectadas por estas interferencias.
Para mejorar la precisión y cobertura de la RACM, se han desarrollado nuevas tecnologías en comunicación y transmisión de datos. Actualmente, se están implementando mejoras en la comunicación remota de las estaciones, permitiendo un acceso más rápido y eficiente a la información sísmica. Es fundamental delimitar adecuadamente cada estación con medidas de seguridad como bardas o mallas ciclónicas, así como garantizar un suministro eléctrico estable, preferentemente a través de fuentes confiables como escuelas y jardines públicos.
Aunque la implementación de tecnología de última generación, como la red 5G, podría optimizar el sistema, pero los costos de estas actualizaciones son un obstáculo importante. Además, podríamos pensar en la modernización de sus componentes electrónicos, como la sustitución de la BeagleBone (tarjeta que lleva el control de la comunicación interna y externa de la información) y el uso de GPS de alta precisión, permitiría una detección más exacta de los movimientos sísmicos.
A pesar de estas limitaciones, la RACM ha mantenido una alta precisión en sus mediciones, con márgenes de error mínimos en la detección y registro de movimientos sísmicos. Además, se han realizado estudios sobre el tiempo de respuesta y sincronización de los datos, asegurando que los registros sean confiables y útiles para la toma de decisiones.
Uno de los mayores retos es la falta de cobertura en las zonas que han experimentado un crecimiento poblacional acelerado. Actualmente, la Ciudad de México y su área metropolitana abarcan una extensión enorme, con una concentración significativa en municipios como Tecámac, Naucalpan y Ecatepec, así como en zonas cercanas a Querétaro. Sin embargo, la RACM no ha crecido al mismo ritmo, lo que deja espacios sin monitoreo suficiente para estudiar cómo se comportan los sismos en estas áreas.
Para solucionar este problema, se requiere duplicar o incluso triplicar la cantidad de sensores en la región, especialmente en zonas de alto riesgo sísmico o con suelos más vulnerables, como el antiguo lago de Texcoco. Un monitoreo más amplio y preciso permitiría comprender mejor cómo los sismos afectan a cada zona y tomar medidas preventivas adecuadas.
El crecimiento urbano de la Ciudad de México no se detendrá, por lo que la RACM debe evolucionar en paralelo. Es necesario aumentar el número de estaciones, reubicarlas estratégicamente y modernizar la tecnología de transmisión y análisis de datos. Aunque la inversión requerida es considerable, garantizar un monitoreo sísmico efectivo es crucial para la seguridad de millones de habitantes.
El camino hacia una Ciudad de México más segura ante sismos depende de la integración de la ciencia, la tecnología y la planificación urbana, asegurando que la Red Acelerográfica siga cumpliendo su función en un entorno en constante transformación.
Fuentes:
Testimonios de integrantes de la RACM y CIRES A.C.
https://www.gob.mx/comisionambiental/articulos/la-mancha-urbana-de-la-megalopolis?idiom=es
https://cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/df/poblacion/
https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/derecho-comparado/article/view/3413/3989
https://www.eleconomista.com.mx/econohabitat/La-Ciudad-de-Mexico-crece-sin-planeacion-urbana-actualizada-desde-hace-casi-30-anos-20230309-0110.html#:~:text=4:00%20min-,La%20Ciudad%20de%20M%C3%A9xico%20crece%20sin%20planeaci%C3%B3n,desde%20hace%20casi%2030%20a%C3%B1os&text=Con%20m%C3%A1s%20de%201%2C400%20metros,documentos%20que%20datan%20de%201994.https://onu-habitat.org/index.php/superficie-de-cdmx-crece-a-ritmo-tres-veces-superior-al-de-su-poblacion#:~:text=Superficie%20de%20CDMX%20crece%20a%20ritmo%20tres%20veces%20superior%20al%20de%20su%20poblaci%C3%B3n,-Visto:%20117351&text=La%20superficie%20de%20la%20aglomeraci%C3%B3n,de%20M%C3%A9xico%2C%20Guadalajara%20y%20Monterrey.&text=Los%20estudios%20indican%20que%20desde,de%20M%C3%A9xico%20registra%20en%202017
blogcires.mx 