Seguimos con la entrega mensual de información sobre el universo lingüístico que tiene México, esta vez nos enfocaremos sobre el idioma Guarijío.
No te olvides de revisar las entradas pasadas, nuestra última entrega fue sobre la lengua Cora.
Los guarijíos, un pueblo indígena con una historia rica y arraigada en el noroeste de México, se hacen llamar “guarijó” (warihó) en Chihuahua y “macurawe” en Sonora, términos que reflejan su conexión profunda con la tierra y su lengua. Macurawe o macoragüi, que significa “los que agarran la tierra” o “los que andan por la tierra”.
Los guarijíos descienden de agrupaciones nómadas provenientes del suroeste de lo que hoy son los Estados Unidos. Estos grupos se asentaron en la región conocida como Baja Tarahumara, en Chihuahua, donde basaban su subsistencia en la caza y la recolección. Durante los siglos XVII y XVIII, la llegada de los colonizadores españoles alteró profundamente su modo de vida. Las rebeliones de 1616 y 1632, en defensa de su autonomía, fueron reprimidas por los españoles, quienes introdujeron las misiones y buscaron convertirlos al cristianismo.
Como resultado, el grupo se dividió en dos núcleos: los guarijíos de Chihuahua, influenciados por los tarahumaras, y los de Sonora, influenciados por los mayos. A pesar de estas influencias externas, los guarijíos han logrado preservar gran parte de su identidad y tradiciones.
La lengua guarijío pertenece al grupo nahua-cuitlateco, tronco yuto-nahua, dentro de la familia pima-cora. Esta lengua es un vínculo lingüístico y cultural entre los tarahumaras y los mayos. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el Censo de Población y Vivienda de 2020 se registraron 12,961 hablantes de guarijío. Aunque la mayoría de la población es bilingüe, algunos ancianos conservan exclusivamente su lengua materna, lo que refuerza su papel como guardianes de esta tradición oral.
En la vida cotidiana, el guarijío es la lengua predominante, mientras que el español se emplea para interactuar con autoridades y en ciertos discursos ceremoniales. Este modo bilingüe muestra la capacidad de los guarijíos para adaptarse a los cambios socioculturales sin perder su esencia cultural.
A lo largo de los siglos, los guarijíos han enfrentado desafíos significativos, desde la colonización hasta la modernidad, pero han mantenido viva su identidad cultural y su conexión con la tierra. Su historia es un testimonio de resistencia y adaptación, y su lengua, un puente entre el pasado y el presente.
La existencia de los guarijíos nos invita a reflexionar sobre la importancia de preservar las lenguas indígenas y las culturas ancestrales. En este mundo globalizado, su legado nos recuerda que las raíces y las tradiciones son demasiado importantes para entender nuestra identidad como nación diversa y multicultural.
Fuentes:
https://www.gob.mx/inpi/articulos/los-guarijios-de-chihuahua-y-sonora
https://atlas.inpi.gob.mx/guarijios-etnografia/
https://www.gob.mx/inpi/es/articulos/guarijios-fiestas-y-cantos-antiguos-del-norte-de-mexico
